Al momento de comprar rastreadores GPS, muchos creen que todos son iguales: una cajita con un chip que debería marcar la ubicación y listo. Pero la realidad es otra: miles de compradores se encuentran con fallas que no entienden, con respuestas evasivas de vendedores improvisados y con la sensación de haber tirado el dinero en algo que no cumple lo prometido.
Las fallas más comunes que generan frustración
Quien haya probado un rastreador genérico seguramente se topará con uno o varios de estos problemas:
La señal se pierde sin explicación. Marca la ubicación una vez y después desaparece durante horas. Fuera de Línea
La batería dura menos de lo esperado. Lo cargás con ilusión, pero cuando lo necesitás ya no responde.
El rastreo no es confiable. A veces muestra una dirección correcta y al minuto siguiente aparece en otro lugar imposible.
El dispositivo deja de reportar de un día para otro. Funciona al principio y, de repente, nunca más.
El tiempo de actualización es tan lento que se vuelve inútil. Cuando finalmente muestra la posición, ya es demasiado tarde.
Lo más inquietante es que el comprador nunca entiende el porqué. Algunos creen que es problema de la zona, otros piensan que no configuraron bien la app, otros llegan a culparse a sí mismos. Y los vendedores genéricos aprovechan esa confusión para decir: “es normal”, “reinícielo”, “seguro lo está usando mal”.
La verdad es otra: el problema está en el equipo.
La angustia de no entender qué pasa
Cuando un rastreador falla, no es solo un aparato que deja de andar. Es la confianza lo que se rompe.
El que lo usa para un vehículo empieza a temer que no podrá recuperarlo si se lo roban.
El que lo usa para una mascota siente el miedo de perderla para siempre.
El que lo usa en su trabajo con flotas queda expuesto frente a clientes y empleados.
La inseguridad y la duda se mezclan, generando más angustia que tranquilidad. Lo que debía ser un aliado, termina siendo un problema más.
Lo que diferencia a OdySat Tracker
En Odisea e-Store escuchamos todos los días a personas que vienen con estas experiencias frustrantes. Y fue justamente esa realidad la que nos llevó a crear nuestra propia marca: OdySat Tracker.
La diferencia está dentro del dispositivo. No se trata de una carcasa bonita ni de una app genérica. El corazón de un rastreador es su microchip, y ahí es donde OdySat Tracker marca la diferencia:
Nuestros equipos son diseñados a pedido exclusivo, con chips optimizados para funcionar en Argentina y en cualquier parte del mundo.
Cada modelo pasa por un proceso de testeo riguroso en distintas zonas del país antes de ser entregado.
Se garantiza que la señal sea estable, que la batería rinda con autonomía real y que los reportes de ubicación sean inmediatos.
Todos cuentan con sistemas de ahorro de energía que evitan apagados repentinos.
Respaldados por especialistas
Un rastreador OdySat no se vende “a ciegas”. Cada comprador recibe el acompañamiento de nuestro equipo de especialistas, que lo guía telefónicamente para configurar y usar el dispositivo de manera eficiente. Así, se evita la frustración de quienes compran algo genérico y quedan librados a su suerte.
Una garantía que nadie más puede dar
Mientras los dispositivos genéricos fallan sin explicación, OdySat Tracker se sostiene con hechos concretos:
Donde otros se apagan, OdySat sigue funcionando.
Donde otros se pierden, OdySat mantiene la señal.
Donde otros generan dudas, OdySat da certezas.
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