Cuando el rastreador empieza a fallar
El GF-22 fue durante años uno de los modelos más conocidos. Sin embargo, a finales del 2025, lo que más se escucha son quejas. Lo que antes parecía un dispositivo práctico, hoy es un equipo lleno de problemas que se repiten cada vez más entre los usuarios.
Problemas que se multiplican en todo el país
Los reclamos son constantes y coinciden en tres puntos principales:
Chips que no conectan: el dispositivo depende de redes 2G cada vez más limitadas.
Señal débil o intermitente: la ubicación aparece y desaparece, volviéndolo inútil en situaciones críticas.
Fallas acumuladas: usuarios que, tras pocos días de uso, descubren que su rastreador ya no responde como debería.
Vendedores que siguen ofreciendo el GF-22
A pesar de estos problemas, todavía hay vendedores que lo publican como si fuera la gran solución. La realidad es que muchos no entienden la tecnología que están vendiendo, y otros prefieren ocultar las fallas con tal de cerrar la venta rápida.
Consecuencias para el comprador
Confiar en un equipo así significa:
Gastar dinero en algo que terminará guardado en un cajón.
Perder la tranquilidad de contar con un rastreador confiable.
Sentirse engañado y sin respuesta frente a los reclamos.
Lo que debería dar un rastreador en 2025
Hoy, las necesidades son otras. Un equipo confiable debe garantizar:
Conexión estable en diferentes zonas.
Batería optimizada para durar más.
Funciones reales que respondan cuando se las necesita.
Antes de gastar, pensalo dos veces
No te quedes solo con la primera oferta que veas.
Si tenés dudas, consultá con tu vendedor de confianza antes de gastar.
Más vale asegurarse que quedarse con un rastreador lleno de fallas.
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